Las diferencias entre conservadores(liberales) y tradicionalistas son mayores que las que hay entre un liberal puro y un conservador liberal. Podemos tolerarnos y respetarnos pero estamos en mundos opuestos. Donde nosotros vemos perdición, ellos ven la luz humanista-racional. Me he dado cuenta que el conservador liberal-católico promedio es al final un humanista estoico, es como que el estoicismo es la llave conductora, el mínimo común denominador para Occidente, entendido no como Cristiandad sino como modernidad liberal.
Por eso les encanta la racionalización del misterio, el racionalismo "¿tomista?", el sentido progresivo de la historia, todo eso lo comparten con el liberalismo pero entendido de modo supuestamente católico, es la Ilustración católica tipo Feijoo y Jovellanos lo que está detrás. Ese humanismo estoico-latino los caracteriza muy bien, de modo que un cuestionamiento radical al humanismo y a su consecuencia, el liberalismo moderno, los pone incómodos. Cicerón es como un santo para ellos pero para un tradicionalista, Cicerón es muy deficiente. Ellos, los conservadores de ese tipo estoico-católico-liberal, están en el siglo XVI-XVII más bien, o tibiamente en el siglo XVIII, nosotros, tradicionalistas, pretendemos proyectar el espíritu perenne de la Cristiandad medieval, estamos fuera del tiempo en cierto modo, es mythos.
Nuestro horizonte es la Cristiandad, la Civitas Dei, la teología política, Cristo Rey, restaurar el Sacro Imperio. Una fe llena de misterio, incluso abierta al influjo del Oriente cristiano, como la medieval. Los conservadores católicos reducen el misterio divino a racionalización. El estoicismo, Cicerón, etc., les vienen muy bien porque mantienen cierto margen de principios "clásicos" pero contaminados con humanismo, que es al final puro antropocentrismo, racionalización, libertad negativa, sistema, todas categorías modernas que ellos asumen con entusiasmo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario