domingo, 15 de septiembre de 2024

El espíritu corporativo de los gremios medievales

 El espíritu de los gremios medievales, contrario a la nefasta leyenda negra liberal, no era "monopolismo"(salvo su etapa decadente en el siglo XVI) sino hermandad cristiana, el "todos para uno y uno para todos".  Tradicionalismo fundamental, solidarismo cristiano y comunidad. Los gremios, corporaciones, guildas, estamentos, etc., en una sociedad de medios mucho más precaria que la nuestra; pero una sociedad llena de alma, de Fe, de tierra y ancestros, una sociedad a escala humana; hicieron un enormísimo trabajo de justicia social y dignidad cristiana. No faltaron los problemas y abusos que en toda obra humana existen pero había algo absolutamente verdadero, la comunidad orgánica regulando el trabajo y armonizando el "capital" por llamarlo de alguna manera, evitando la competencia nefasta y el individualismo económico.

El espíritu cristiano de apoyo mutuo, en todo orden de cosas, desde la dote para el matrimonio hasta lo que hoy serían seguros por accidentes laborales, protección de todo tipo, etc. Eso es obra de la Fe y un testimonio inmortal de la Cristiandad, cristianizando la economía. Todo liberal se reconoce por el espíritu de la Ley Chapelier, de la Revolución Francesa, prohibiendo la organización corporativa del trabajo y la economía, y defendiendo un abstracto "libre mercado". Nada más lejos del espíritu católico medieval.

Por eso existe y ha existido un concepto cristiano de economía, el corporativismo, pero hoy, en la sociedad capitalista y de masas que vivimos, debe ser impuesto o al menos promovido por el Estado si quiere tener eficacia, no es posible la auto-organización como en el siglo XII. Es OIKONOMIA, economía de la casa, del hogar, de la tierra, no de las finanzas vagabundas y la especulación usurera, satánica, que controla la "economía libre", sino economía para el buen uso y administración de la casa entendida como hogar.

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