Para estudiar Derecho natural, aparte de estudiar a Aristóteles y Santo Tomás, es muy recomendable estudiar el Derecho romano y sobre todo en su versión hispana, escolástica y también indiana, es la forma concreta que el Derecho natural clásico se manifestó en América. Un enfoque histórico del desarrollo de las doctrinas del Derecho natural y de la ley natural, es indispensable pero se requiere también una visión de conjunto que explica el Derecho natural como el orden justo concreto, ex natura rerum, y en último término dependiente de Dios.
Creo que la Hispanidad jurídica logró la mejor manifestación del Derecho natural como realidad concreta, en monumentos jurídicos, como las Siete Partidas, la neoescolástica española, el Derecho indiano, etc. Es imprescindible el Derecho romano clásico, para descubrir el Derecho natural, pero quedarse solo en la Roma antigua sin la Revelación cristiana y el influjo filosófico griego, es decir, la síntesis del Ius Commune, es insuficiente. Los juristas romanos no tenían la Fe. Y eso les limita en muchas cosas como la falta de una doctrina más clara del justo precio, o cierto rigor excesivo en materia de familia y matrimonio, pero no obstante, el Derecho romano clásico es un Derecho riquísimo que solo un insensato podría despreciar.
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