Una antigua teoría medieval si no me equivoco, postulaba que la sociedad se dividía en tres estamentos, los oratores, los bellatores y los labratores. Y estos estamentos responden a distintas vocaciones y tendencias del hombre, hay algunos entre los que me incluyo, que están llamados y tienen esa vocación especial de lo académico e intelectual, y se incluye obviamente en este segmento al clero y estamento religioso formal. Por definición, son oratores. Ellos guían o deben guiar la sociedad, en la concepción platónica, hacia la idea de Bien. El Derecho, la Filosofía, la Teología, el Arte, son clásicas disciplinas propias de los Oratores. Es la Universidad medieval clásica. Este segmento académico y religioso tiene serios deberes con la sociedad, de enseñarle y guiarla hacia la Verdad, proclamar y defender el Bien y la Justicia. Hay quienes desde pequeños hemos tenido una vocación intelectual, y es un don que Dios da y debemos desarrollarlo al máximo. De todos modos, en un orden natural debe primar el estamento de los Oratores y por eso su corrupción es lo más grave, corruptio optima pesima...Eso pasó en la Edad Media al final.
Otros son los Bellatores, los guerreros, el estamento que incluye obviamente a los militares, caballeros y además todos aquellos que de una u otra manera están en la línea del frente de combate en cualquier cosa, no necesariamente algo militar. Yo no tengo nada pero nada que ver con este estamento, nunca he sido bueno en la actividad física y no me interesa serlo tampoco, es el alma irascible de Platón hecho estamento básicamente. Debe estar sometido al poder del clero y académicos, para defender causas justas y verdaderas, poner la espada al servicio de Dios y el bien común. Noble vocación que requiere mucha fuerza física y no menos disciplina. Cuando predomina el estamento militar sobre los Oratores, pasa a ser una sociedad demasiado belicosa y con un exceso de testosterona desordenada, es el matón, el violento, el rufián, el soldado brutal, ese fue un defecto de la antigua Prusia por ejemplo. Igual es muy preferible al predominio del tercer estamento, de que ahora hablaré.
El último estamento, los Labratores, en la cosmovisión platónica el alma concupiscible, son los trabajadores y comerciantes, la mano de obra técnica y manual, la razón instrumental dedicada a obtener fines prácticos. Es la ciencia y tecnología, la ingeniería, la matemática aplicada. Nuevamente, tengo muy poco o casi nada de esta habilidad, soy muy poco práctico, especialmente en manualidades. Este estamento al estar más alejado de la idea de Bien, tiende a corromperse más fácilmente pero su corrupción es menos grave que la de los Oratores, porque en un recto orden natural no son los dirigentes de la sociedad.
Y la sociedad contemporánea es tan horrenda porque este estamento, del que emanó la burguesía liberal, es el estamento rector. Es el predominio de la técnica que a Heidegger asustaba en sus consecuencias, la razón instrumental en su forma pura, orientada a fines prácticos y a menudo materiales. Los Labratores deben orientar sus destrezas y habilidades hacia fines que respeten la jerarquía del orden natural y cristiano, así fue durante la Edad Media, los artesanos y comerciantes agrupados en gremios produjeron obras de infinito valor espiritual como las mismas catedrales y hermosas ciudades medievales que permanecen por siglos. En la modernidad este estamento se ha transformado en la burguesía nefasta que ha dirigido todo el proceso de modernización y secularización. En su forma más cruda, el marxismo materialista, es el poder de los trabajadores y proletarios sin espíritu ni alma ni idea de Bien alguna. El liberalismo burgués primero y luego el marxismo proletario, es el alma concupiscible destronando lo superior y por eso el marxismo puede ser tan brutal y el liberalismo tan corruptor.
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