martes, 22 de octubre de 2024

Notas contra las "Cinco rupturas" de Elías de Tejada

Estudiando el Dominium en la neoescolástica española he descubierto problemas grandísimos por influencia del nominalismo y voluntarismo precedentes. Casi toda la concepción liberal individualista del Derecho, está en potencia allí, como ha demostrado Paolo Grossi. Es aún peor de lo que pensaba, la autonomía de la voluntad del contrato y la propiedad liberal, que se pretende kantiana, está en germen allí. No en todas sus consecuencias pero las premisas ya están en Vitoria y de Soto.

Un tradicionalismo muy común, casi infantil incluso, que cree que no ha habido ninguna gran culpa ni responsabilidad de la propia Iglesia en el surgimiento de la modernidad, como herejías dentro del Corpus. Y señalo expresamente la visión simplista de las Cinco Rupturas de Elías de Tejada como algo absolutamente insostenible y burdo, todas las fuentes de las Cinco Rupturas son fuentes católicas, desviadas sí, pero fuentes dentro de la teología católica.

Una creencia demasiado fuerte en el tradicionalismo reduce todos los males a Lutero y pretende que la Iglesia estuvo mayormente exenta de los males modernos hasta la época de San Pio X y que resurgieron a fines del pontificado de Pío XII y abiertamente con el Concilio Vaticano II. Pero en realidad para el estudioso serio y no el repetidor de propaganda carlista, Santo Tomás de Aquino vino a ser el ÚLTIMO epígono de una Cristiandad que se apagaba en sus fundamentos metafísicos y teológicos y que por inercia de una civilización brillante se mantuvo siglos. Y sí, acuso a mucho del neotomismo desde Cayetano, de Seinsvergessenheit, olvido del Ser por esencialismo y pérdida de la existencia y la armonía ente-essentia tan típica del Aquinate.

El tradicionalista recalcitrante más abierto a entender estos problemas pensará en todo caso que son asuntos menores dentro de un panorama auspicioso pero en realidad Lutero es un pelo en la cola en algo que ya venía muy a fondo desde fines del siglo XIII. La pre-Reformam en síntesis.
Recomiendo leer a Paolo Grossi y Francisco Carpintero desde la óptica filosófica-jurídica para entender estas transformaciones y la autodestrucción de la Cristiandad, justamente en la que parecía su época de mayor apogeo, siglos XIII-XV, pero en realidad era su otoño(Huizinga). Lo anterior no significa que no hubiera Cristiandad válida en esos siglos XIV-XVII, sino que permaneció por inercia de un período anterior, hasta que en el siglo XVIII se agota definitivamente incluso en España que entra de lleno y de plano en la modernidad con los Borbones.


Notas contra las "Cinco rupturas" de Elías de Tejada

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